Conocer la paz como acción y no como reacción en la gestión del cambio.
Por: Midori Herrera
Todas las empresas y organizaciones pasan por cambios a diferentes niveles, ya sea de forma interna y externa, las instituciones educativas no son la excepción, en este sentido es de vital importancia el saber cómo manejar cada uno de los procesos por los cuales estarán transitando cada miembro de la institución, empresa y organización.
En la dinámica actual donde la cultura del fast food ha propiciado dejar de lado el reconocimiento de un trato humano, la gestión del cambio se ha convertido en un tema crucial en el contexto laboral marcando por rápidas transformaciones tecnologías y una creciente competitividad en el mercado; donde pensar en la adecuación para un tránsito armonioso no se ha visto favorecido en el costeo de tiempo y calidad. Por lo que es importante pensar en lo que Kotter (1996) menciona; el cambio es un proceso que implica reorientar la dirección, estructura y cultura de una empresa.
El miedo a lo desconocido, la falta de información y la percepción de pérdida de poder o estatus (Oreg, 2006) conforman el proceso de cambio, para afrontar cualquier resistencia es necesario involucrar a las y los empleados en el proceso de cambio y fomentar una cultura organizacional que valore la innovación y la flexibilidad, así como el reconocimiento y la valoración. Comunicar cómo se realizarán los cambios, así como el qué se necesitará para transitar de forma adecuada permite informar y disipar las dudas existentes. Un estudio realizado por Armenakis y Bedejan (1999) subraya que la percepción de necesidad de cambio por parte de los empleados es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa de transformación.
Compartir con todas las personas involucradas el tipo de cambio que se realiza, las etapas y el tiempo que llevará realizarlo permite comprender los objetivos que se buscan alcanzar además de propiciar un dialogo en el que cada una de las personas empleadas se involucra en la gestión de mejora continua. Recordemos que el cambio no solo se refiere, literalmente, a un cambio de espacio físico, sino también a un cambio de procesos una reorganización la implementación de nuevas tecnologías o la reestructuración de la organización misma, por lo que cada cambio requiere una gestión particular para comprender, aplicar, capacitar y ejecutar toda modificación necesaria.
La gestión del cambio laboral es un proceso complejo que requiere de un liderazgo fuerte, comunicación clara, capacitación adecuada y un enfoque y compromiso de bienestar colectivo. La participación activa de las y los empleados en cualquier proceso de cambio, no solo facilita la transición, sino también la promoción de ambientes laborales inclusivos, colaborativos y de entornos de paz; trabajar “codo con codo” con un fin común permite humanizar el proceso, dar un espacio de seguridad laboral en toda institución, organización o empresa donde se busca trabajar para una mejora continua.
Referencias:
- Armenakis, A. A. y Bedeian, A. G. (1999). Cambio organizacional: una revisión de la teoría y la investigación en la década de 1990. *Revista de Gestión*, 25(3), 293-315.
- Oreg, S. (2006). Personalidad, contexto y resistencia al cambio organizacional. *Revista Europea de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones*, 15(1), 73-101.
- Davis, SM y Moore, K. (2018). La importancia de la formación de los empleados en el lugar de trabajo. *Revista de aprendizaje en el lugar de trabajo*, 30(8), 525-536.
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