¿Qué es ser hombre?
Por: Edgar Ignacio Gómez Hernández & Midori Herrera Hervert.
-ser un hombre es un proceso en el que estamos aprendiendo y desaprendiendo a serlo, pues las nuevas masculinidades nos permiten abrir nuevas perspectivas-
Primeramente, hay que aclarar que no es lo mismo comprender la masculinidad desde el género que desde la parte biológica, pues esta segunda sólo define de forma puntual los órganos sexuales con los que se nace; mientras que la primera es una construcción social que forma identidad.
En el arraigo del inconsciente masculino hemos reproducido “clichés” que determinan cuestiones coercitivas ante el comportamiento de un “hombre” en sus relaciones sociales y el poder que ejerce; sostenido por un sistema que propicia actitudes violentas que hasta hace no mucho eran reconocidos como cualidades de un hombre deseable.
"Un hombre no debe llorar", es una frase del cotidiano en la que la paz interior estaba en lucha con lo que realmente se desea, dejando de lado la parte humana emocional de los varones ¿Pero que impide realmente que los hombres muestren afectividad?
Por una parte, la cultura que promueve actitudes únicas confirmativas de los varones como ser proveedor, protector, rudo, serio, hipersexuado y esto rompe con la identidad que puede o quiere reflejar y en cuanto desea mostrar algo distinto la misma sociedad, la pareja y sus pares lo devuelven a la realidad que los relega a volver a ser “machos” dentro de estos estereotipos que enmarcan lo que el inconsciente estable de qué es un buen hombre.
Con los cambios societales y los devenires de la evolución del pensamiento de género en la actualidad nos encontramos con nuevas definiciones de qué es ser hombre en las que los paradigmas de cuidado, equidad, prevención, comunicación abierta, respeto a las emociones y sensibilidades forman nuevos pensamientos y concepciones de un buen hombre. Ahora pensar en hombres no relega a l acto meramente reproductivo sino a seres integrales y sentipensantes.
A continuación, describimos cómo el relegar a un hombre a un solo tipo de pensamiento paradigmático lo violenta Desde la estructura, podemos observar que los hombres deben seguir replicando labores que se miden a través de la fuerza, el poder y el dominio que lo sitúa como principales productores de la desigualdad, ya sea de forma consciente o inconsciente.
En nuestro contexto actual el varón tiene la libertad de expresar nuevas formas de convivencia, sin embargo, aún no se reconoce su libertad de buscar su paz interior.
En cuanto a las actitudes de la sociedad “moderna” ante las nuevas concepciones de la masculinidad podemos visualizar campañas de salud sexual - reproductiva y de prevención para hombres , acceso a mayor y mejor información sobre la constitución de afectividades, apertura para diálogos abiertos que incluyen el cómo viven sus emociones, grupos de apoyo terapéutico que se encuentran accesibles, sin embargo, aún continúan enmarcados por el qué dirán, manteniendo bajo la mesa acciones de acercamiento a la reconstrucción del pensamiento propio .
Ahora tú tienes la libertad de construirte como “hombre”, te toca reflexionar a ti sobre tu realidad ¿Estás listo para la responsabilidad de cambiar el paradigma de la Neomasculinidad?
Referencias:
Galtung, Johan. (2003). Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Gernika: Bakeaz/Gernika Gogoratuz.
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