El cobertizo de Dulwich
Por: Daniela Olvera
En el año 2017, el joven inglés Oobah Butler utilizó la plataforma TripAdvisor para alcanzar fama mundial con su restaurante "The Shed at Dulwich (El Cobertizo de Dulwich)". A través de esta popular plataforma de internet se recopilaron cientos de críticas que alababan la calidad del restaurante, de sus comidas y su esencia "hogareña". En sólo siete meses, el restaurante pasó de ser el número 18,149 en la lista, a convertirse en el mejor rankeado de todo Reino Unido. Cientos de personas realizaban llamadas y enviaban e-mails para reservar su lugar y vivir ésta experiencia, sin embargo, la lista de espera era tan larga, que la gran mayoría de ellos jamás pudo conseguir una entrada. Todo en esta historia suena increíble. El único problema: es una estafa.
Antes de esta hazaña Oobah Butler se encargaba de escribir reseñas inventadas en internet, en las que alababa restaurantes y otros sitios a cambio de una pequeña remuneración. Con esta experiencia surgió la idea de publicar reseñas sobre un restaurante (falso) para posicionarlo en el número 1 de la lista de TripAdvisor. Convenció a un par de amigos para que escribieran sus reseñas en el sitio web, posteó algunas fotos con platillos únicos (falsos) que se veían elegantes y sofisticados. Oobah comenzó a recibir cientos de llamadas; todo el mundo quería una mesa en el “Shed at Dulwich”, pero él no otorgaba a ningún cliente una reservación, pues el restaurante, simplemente no existía. Ojalá esta historia fuera falsa, pero no lo es, puede consultarse con solo poner en el buscador de youtube “Shed at Dulwich” y descubrir un video que relata mejor que yo, la proeza de Oobah.
La historia me parece impactante a la vez que fascinante, pues pone de manifiesto cómo la información que poseemos transforma la realidad en que vivimos. Ciertamente este no es un caso que se resuma a la información que se posee, sino que pueden analizarse el papel que jugó el internet, la opinión pública, las fake news, el marketing, la moral o incluso valorarlo como ejemplo motivacional; sin embargo, hoy lo observo desde una perspectiva crítica para cuestionarme cómo la información construye realidades. El restaurante no era “real” dado que no existía físicamente en la realidad, pero era “real” en cuanto que alguien lo había nombrado, habían hablado de él, y eso lo dotaba de realidad. Hay una importancia fundamental en nombrar, pues lo que se nombra existe y lo que existe se visibiliza y en esa medida se vuelve “real”.
Cuando terminé de ver esta historia me pregunté sobre el poder de la información, cómo algo que comenzó como una broma o un intento de hackear al sistema terminó siendo un evento con consecuencias en la realidad de Oobah y las personas a su alrededor. Este evento me invita a cuestionar cómo la información (aunque falsa) tiene consecuencias reales y así también incita a cuestionarnos sobre la información que consumimos, la información que compartimos y las realidades que construimos.
El acceso a la información es un derecho fundamental y es la llave de acceso a otros derechos. “El ejercicio del derecho de acceso a la información pública fortalece la participación ciudadana, las políticas públicas, la gestión pública y por ende la gobernabilidad democrática” (Departamento para la Gestión Pública Efectiva, 2013:3). Es por ello que el acceso a la información es una pieza fundamental en la construcción de espacios de paz, pues faculta a las personas en el conocimiento de un tema y con ello facilita su participación, elemento clave para comprender la cultura de paz, pero ¿qué participación se puede esperar si la información que se tiene es falsa? o peor aún ¿si no se tiene esa información?
En el mundo actual cada día más globalizado, consumir y compartir información se vuelve una acción tan simple como tocar la pantalla de un dispositivo móvil. Esta facilidad supone entonces una enorme responsabilidad, pues sobre la información que consumimos y compartimos vamos construyendo realidades, realidades que pueden ser promotoras de paz o que pueden no favorecerla.
Y tú ¿Qué realidades construyes desde la información que consumes? ¿Cuáles desde la información que compartes?
REFERENCIAS
Departamento para la Gestión Pública Efectiva (DGPE) (2013) El Acceso a la Información Pública, un Derecho para ejercer otros Derechos. Organización de los Estados Americanos (OEA). Consultado el 27 de septiembre del 2024. Disponible en https://www.oas.org/es/sap/dgpe/concursoinformate/docs/cortosp8.pdf
FUENTES:
Comer (10/12/2017). Convirtió su cobertizo en el mejor restaurante de Londres engañando a tripadvisor. La Vanguardia. Disponible en: https://www.lavanguardia.com/comer/al-dia/20171210/433488694211/convirtio-su-cobertizo-en-el-mejor-restaurante-de-londres-enganando-a-tripadvisor.html
López, A. (12/12/2017). El restaurante inexistente que se convirtió en el número uno de Londres. El confidencial. Disponible en: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-12-12/tripadvisor-cobertizo-mejor-restaurante-oobah-butler_1491429/
El tema que planteas es muy relevante, ya que la percepción y las expectativas que genera la información, especialmente la que proviene de fuentes con prestigio, pueden moldear nuestra experiencia y percepción, a veces sin que lo notemos.
ResponderEliminarHace unos días el Handshake Speakeasy, en la Ciudad de México fue elegido número uno del ranking de “The World´s 50 Best Bars”, al ser reconocido mundialmente recibe atención tanto de clientes como de los medios, el reconocimiento eleva las expectativas y se vuelve parte de la experiencia que cada cliente busca. Este tipo de publicidad y marketing juega con esa percepción: al señalarlo como "el mejor", genera una curiosidad casi irresistible. Sin embargo, el agrado o desagrado final depende de la experiencia personal, que puede estar influenciada por muchos factores, incluidas las expectativas previas y las preferencias individuales.
En contraste, cuando hablamos de información gubernamental o de otros temas de interés público, la claridad y precisión en los datos no solo es deseable, sino esencial. Cualquier ambigüedad en estos temas puede llevar a malentendidos que afecten directamente a la ciudadanía. La transparencia y exactitud en la comunicación de estos asuntos resulta fundamental para evitar interpretaciones erróneas y asegurar que la sociedad esté bien informada al fin y al cabo nunca es mal tiempo para degustar una copa en el mejor bar del mundo, aunque no lo sea.